miércoles, 22 de mayo de 2013

Se agudiza la guerra en Siria, Las masas necesitan con urgencia la revolución

Tomado de Revolucion obrera 365.



2 años se cumplieron en marzo desde que se inició el conflicto interno en Siria, y según las cifras de
diversas organizaciones, tanto de fuera como de dentro del gobierno, la cantidad de muertos sobrepasa
los 94.000, la mayoría son civiles y al menos 4700 fueron niños, a muchos de los cuales los asesinaron 
como combatientes forzados. Todos los días se reportan nuevos muertos; muchas calles de todas las 
ciudades se encuentran en ruinas y la situación de la población es dramática; dos fuerzas se enfrentan 
por el poder del Estado, mientras la población vive uno de los dramas más terribles de toda su historia.

El conflicto sirio tiene muchas facetas, por un lado el gobierno de Al Assad se muestra como un 
régimen progresista que contraviene los designios de los imperialistas, y que declara como enemigos 
directos a los Estados Unidos, y a Israel en la región; De hecho, ha declarado en varias ocasiones su 
disposición a actuar de manera armada en contra de ese país cuando el momento indicado llegue. Los 
Estados Unidos son asociados directamente a las fuerzas armadas rebeldes que combaten por derrocar 
el gobierno de Al Assad, y según las informaciones esas fuerzas están clamando el apoyo a mayor 
escala, incluso la intervención directa para derrocar al gobierno. Otros países, entre ellos Rusia, China
ejercen presión para impedir una intervención directa de las fuerzas encabezadas por los yanquis, a lo
que se suma el respaldo de países como Irán y de organizaciones directas como Hezbola, organización 
libanesa que ha trasladado hombres y armas para apoyar las fuerzas del gobierno.

Las noticias más recientes informan sobre la posible utilización de armas químicas por partes de las fuerzas rebeldes apoyadas por los Estados Unidos, y de los bombardeos indiscriminados de las fuerzas 
gubernamentales sobre regiones controladas por los opositores. Muy difícil se ve la solución en un corto 
plazo a este conflicto, en el cual las masas sirias están siendo asesinadas y convertidas en parias en una 
guerra que a todas luces, no les pertenece.

Todo un gran debate se ha suscitado en torno a la posición que los revolucionarios han asumido en este conflicto, las acusaciones de revisionistas y oportunistas se han dado desde varias partes, y todo porque ha tomado vuelo la idea de que lo que hay en Siria es una guerra de liberación contra el imperialismo, donde las fuerzas de Bashar Al Assad son progresistas y revolucionarias, que por tanto hay que apoyarlas a pie juntillas y hacer un frente común de todas las fuerzas encabezadas por el gobierno para expulsar al imperialismo agresor.

Y claro, Siria es un país oprimido, que soporta la dominación semicolonial de distintas alas de los 
imperialistas, y en las actuales condiciones, con una fuerte presión y amenaza de los Estados Unidos que no despreciaría la posibilidad de lanzar un ataque a gran escala para imponer por la fuerza directa de las armas su dominio. Pero esa posibilidad, no debe minimizar o despreciar el poder y control que disputan otros imperialistas, y que no los hace menos malos, y para el caso sanguinarios si fuera necesario. Pero, además y sobre todo, el hecho de que Al Assad tenga contradicciones y enfrente a losyanquis, no quiere decir que sea por ende una fuerza progresista ni mucho menos revolucionaria, como tampoco lo fue Chavez en Venezuela, o lo es Ahmadineyad en Irán, o tampoco lo fue Hussein en Irak o el propio Arafat en Palestina, todos fuertes opositores de los Estados Unidos, pero en los hechos reales instrumentos y socios de otros bloques imperialistas y defensores acerrimos de la propiedad privada, de los Estados terratenientes, burgueses, y hasta monárquicos, según fueran sus necesidades. Todos ellos, incluido Al Assad de Siria, son representantes de burgueses que vociferan de progresistas, pero que a lo mucho lanzan migajas a las masas para conquistar su apoyo; su humanismo ante la población es burgués, su ansia de poder es insaciable como la de cualquier defensor abierto de la democracia burguesa, y como cualquiera de ellos, no le temblará el pulso para dirigir sus cañones cuando las masas encabezadas por el proletariado estén en condiciones de avanzar hacia la destrucción del viejo Estado y la construcción sobre sus ruinas del Estado de obreros y campesinos.

Por eso, los revolucionarios, y especialmente los auténticos comunistas deben ser muy claros en que enfrentar la agresión imperialista en Siria, no es lo mismo que abrazarse con el gobierno de Al Assad; Las fuerzas revolucionarias en Siria deben dirigir a las masas en la búsqueda y construcción de una tercera alternativa. Ni con los rebeldes que buscan cobijo en los imperialistas, ni con los reformistas burgueses gobiernistas; El camino es avanzar lo más posible en el desarrollo de la vía revolucionaria, en el camino de la guerra popular.

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