domingo, 7 de julio de 2013

En Europa, el viejo topo de la revolución proletaria sigue cavando

Tomado de Revolucion Obrera # 368

La última medida del gobierno griego realizada el pasado 10 de junio, fue el cierre intempestivo de la televisora pública, que agrupa cerca de 2600 empleados y los cuales quedaron en la calle de inmediato. La medida se da como una más de las obligadas para cumplirle a los monstruos imperialistas que conforman la llamada Troika, compuesta por La Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, y que les ha exigido despedir a 2,000 trabajadores del sector público para finales de este año y a 15,000 para finales de 2014.
El acuerdo firmado en abril entre el gobierno griego y la Troika es despedir a miles de empleados del gobierno para garantizar que recibirán fondos adicionales de rescate internacional por 8.800 millones de euros (11,500 millones de dólares); otra dosis de capital que los imperialistas inyectan a la moribunda economía griega y que actúa como una soga alrededor del cuelo de todo el pueblo de ese país, que cada día se siente más asfixiado por su gobierno que lo sacrifica mientras salva a sus magnates capitalistas.


La lucha de las masas allí, se ha incrementado en la misma medida que los reaccionarios hacen ajustes para 
satisfacer a sus amos y socios, y la lucha entre explotados y explotadores se cristaliza cada día con mayor fuerza. El hecho real, es que el pueblo griego va viendo cada vez más que el problema no es un simple modelo económico, como el neoliberalismo o cualquiera otro, que no funciona; el causante de todos sus males es el capitalismo en su conjunto y así lo manifiestan a diario en las calles.
Al mismo tiempo en Alemania, y sobre todo en Frankfurt, miles de personas han bloqueado las calles aledañas al Banco Central Europeo para denunciar la forma como esta institución ha venido impulsando medidas anticrisis que golpean fuertemente a los trabajadores, no solo de toda Europa, sino que afecta a toda la cadena de producción del mundo entero. Alemania, es uno de los países que lidera en la actualidad las políticas impuestas a través de la Troika, y por eso han sido blanco de protestas, en la mayoría de 
países de la llamada Unión Europea.
Mientras tanto, el miércoles 12 de junio, en Londres, capital de Inglaterra, 32 personas fueron detenidas cuando participaban de una jornada de protesta contra la próxima reunión del G8, que agrupa a los representantes de Reino Unido, EEUU, Canadá, Alemania, Italia, Francia, Japón y Rusia; y quienes tienen programando reunirse el 17 de junio en Irlanda del Norte. Los manifestantes han convocado a la movilización permanente contra esta reunión bajo el lema de “Carnaval contra el capitalismo”; y el primer round, fue sin duda una jornada que causó gran conmoción, con fuertes enfrentamientos con la policía cuando se bloquearon las puertas de la principal sede de la imperialista British Petroleum precisamente en Londres.

En España, como de costumbre desde hace meses; los racimos de trabajadores en las calles son por miles; a diario se movilizan para exigir la renuncia del gobierno y denunciar las medidas que se han impuesto para salvar de la segura tumba al sistema financiero. Hoy, la cifra de desempleo en España está por encima del 27%, y entre los jóvenes, alcanza la histórica cifra del 40%. Pero el odio más furibundo de toda la población, es sobre todo, el hecho de que en medio de esta situación calamitosa de la población, el 
gobierno siga apretando la soga contra ella, mientras le salva el pellejo a los capitalistas.

Igual caso se ha presentado en Lisboa, capital de Portugal donde se congregó a comienzos de junio a más de 15 mil manifestantes ante la sede donde se reunían representantes del Fondo Monetario Internacional, y a todo pulmón exigían su salida inmediata del país. Allí, igualmente la odiada Troika ha metido las manos para supuestamente salvar su economía; hace 2 años, le fue inyectada una dosis de 78.000 millones de euros, lo que fue acompañado de hambre, miseria y desempleo para la población; La última cifra oficial ubica el desempleo en el 17,7%, y la proyección es que siga creciendo.

Son éstas, solo una muestra del panorama que se vive en Europa: y Europa, es igualmente una fotografía de lo que sucede en todo el planeta; por donde se le mire, las calles son un permanente escenario de manifestaciones, unas por un motivo, otras por otro, una más violentas, otras algo menos; unas más seguidas, otras no tanto; pero lo que es el común denominador en todos los continentes, es que la movilización directa, en las calles, sin intermediarios, contra las instituciones del Estado, con el capitalismo como blanco de ataque, van en indiscutible crecimiento. No es una exageración, ni una verdad a medias el 
decir que el sistema capitalista como blanco principal de las protestas es cada vez más claro; y no es menos cierto que en medio de todo este maremágnum de lucha popular, se destaca con mayor nitidez el enfrentamiento de proletarios contra burgueses. Algunas veces más claro, otras veces opacado por los 
apelativos como “occupy wall street”, o “los indignados”, etc. Pero lo que hay en la carne de todas esas manifestaciones es una puja fuerte de la clase obrera y sus aliados por poner freno a todas las lacras de un sistema basado en la explotación y la opresión. Que algunos revolucionarios no quieran ver esa realidad, o que no usen la lente del marxismo leninismo maoísmo para comprenderlo, no disminuye el empuje combativo de la lucha de masas por todo el planeta; Y más aún, si no ha salido a flote con toda la nitidez que merece este enfrentamiento de clases, es precisamente, porque los comunistas no logran ver lo que se mueve, y no han comprendido la forma como el topo de la revolución proletaria sigue horadando las bases de este moribundo sistema caduco y que exige una pronta sepultura.

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