domingo, 29 de noviembre de 2009

LLAMADO A TODOS LOS MARXISTAS LENINISTAS MAOISTAS EN COLOMBIA A PREPARAR EL CONGRESO DEL PARTIDO

Acontinuaciòn publicamos un documento de la VIII asamblea de la Union Obrera Comunista MLM de colombia; llamando a los marxistas leninistas maoistas a preparar el congreso de fundacion del partido comunista revolucionario de colombia, llamado de gran importancia para superar la actual situaciòn de dispercion organizativa del movimiento comunista en colombia.


LLAMADO A TODOS LOS MARXISTAS LENINISTAS MAOISTAS EN COLOMBIA A PREPARAR EL CONGRESO DEL PARTIDO



Por años, todos los marxistas leninistas maoístas se han planteado la necesidad del Partido Comunista Revolucionario de Colombia como su tarea más importante, y a su manera han trabajado pensando en suplir esa necesidad de la revolución, contando en los últimos años con el apoyo de un movimiento obrero en ascenso, todo lo cual ha creado las condiciones para dar un paso adelante. ¡Ha llegado el momento de marchar hacia el Congreso del Partido!
La crisis del Movimiento Comunista Internacional condujo a la desaparición del Partido de la clase obrera en Colombia, quedando su movimiento consciente reducido al trabajo de grupos aislados que hacen ingentes esfuerzos por cumplir con su responsabilidad, pero no logran superar la impotencia y dar respuesta a las exigencias de la lucha de clases y al actual ascenso del movimiento de masas. Este movimiento crece y se extiende por todo el país, viéndose cada vez más cerca un enfrentamiento del pueblo contra del Estado, a la manera de un paro nacional o una huelga política de masas; combate que los comunistas podrán preparar y dirigir siempre y cuando estén organizados como Partido Político.
Todo el trabajo realizado en estos años, tanto por los grupos y organizaciones, como por los comunistas que actúan sin organización política, ha permitido un acumulado de experiencias y logrado un nivel de contacto con el proletariado, que en la lucha por superar el aislamiento de los comunistas con respecto a la clase obrera y las masas, se puede decir que se han logrado establecer fuertes lazos con sectores importantes del proletariado y con otras clases revolucionarias.
Se ha logrado también un conocimiento científico de la sociedad colombiana y de las condiciones en que lucha el proletariado, suficiente para poder trazar por parte de los comunistas un plan de lucha a corto, mediano y largo plazo que les permitan dirigir a su clase hacia la conquista y destrucción del Estado reaccionario y la edificación del nuevo Estado basado en la alianza obrero campesina.
A nivel internacional, todas las contradicciones del capitalismo se han agudizado frenéticamente, la crisis económica mundial en que se debate este sistema, la más grave de toda su historia, es de tal magnitud que los sabelotodos teóricos al servicio de la burguesía no salen de su asombro, y es evidente la impotencia de los gobernantes capitalistas; siendo ésta una condición favorable para el avance de la Revolución Proletaria Mundial, pues el mundo clama a gritos cambios radicales y las masas en todos los países están prestas a las ideas de los comunistas. El mundo está maduro para la revolución, es una verdad contundente que la convulsionada lucha de clases ratifica todos los días y en todas partes del planeta.
Pero, en la arena internacional la crisis de los comunistas aún no logra superarse, teniendo ahora que enfrentar además una nueva cabeza de la medusa oportunista, el revisionismo prachandista y su auxiliador, el centrismo, para superar el derrumbe del Movimiento Revolucionario Internacionalista y avanzar en la unidad en una Internacional Comunista de Nuevo Tipo. Sin un avance en la definición de la Línea General para la Unidad del Movimiento Comunista Internacional no será posible concretar el Partido en Colombia, pero a su vez, el avance en la propia unidad de los comunistas en Colombia en un único Partido contribuye a la unidad en la Internacional, como el instrumento principal para el triunfo de la Revolución Proletaria Mundial.
La lucha abnegada y sin prejuicios contra el sectarismo, contra todo apetito grupista, contra los intereses mezquinos del individualismo pequeñoburgués, deben regir el quehacer de todos los comunistas, que en Colombia luchan por la unidad de los marxistas-leninistas-maoístas en un sólo Partido. Ser responsables con el proletariado es ahora, luchar a brazo partido por avanzar en la superación de las divergencias y profundizar la unidad. Sólo de esta manera seremos dignos de llevar el honroso nombre de comunistas.
Vistas así las cosas, la VIII Asamblea de la Unión Obrera Comunista (MLM), exhorta a todos los auténticos comunistas revolucionarios en Colombia a ponernos de cara ante un período de trabajo tesonero por concretar la unidad de los comunistas revolucionarios en un solo Partido. Llamado que confiamos plenamente, será bien recibido por nuestros camaradas de otras organizaciones y todos los revolucionarios que en Colombia luchan por su construcción.
¡Todos los marxistas leninistas maoístas a preparar el Congreso del Partido en Colombia! es la tarea que la historia hoy nos plantea a los comunistas, y por ello convocamos a todos los marxistas leninistas maoístas a disponernos ideológica y políticamente para acometer esta trascendental tarea. Por nuestra parte, como Unión Obrera Comunista (MLM) desde ya ponemos a disposición de la preparación del Congreso, el Programa y los avances en la elaboración de la Línea de Masas, la Línea Militar y los Estatutos, toda la organización y sus fuerzas, todos los instrumentos y herramientas, todos los recursos y todas las energías; los cuales, unidos a los aportes de los demás comunistas en Colombia nos permitirán convocar conjuntamente el Congreso del Partido. Evento que será sin duda, un salto cualitativo en el desarrollo de la lucha de clases en Colombia.
A los auténticos revolucionarios, a la clase obrera y a las masas populares en Colombia, la VIII Asamblea de la Unión Obrera Comunista (MLM) les hace llegar un rojo saludo de clase, y su decisión de lucha para dar muy pronto, al proletariado del país y del mundo, la buena nueva de que luego de un largo interregno de dirección oportunista, la clase obrera podrá contar con su destacamento organizado de vanguardia, su organización política de combate: el Partido Comunista Revolucionario de Colombia.
VIII Asamblea de la Unión Obrera Comunista (MLM)



Colombia, Octubre de 2009

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Llamado de la VIII Asamblea de la Unión Obrera Comunista (MLM) a los Obreros ¡ENFRENTAR LA CRISIS CON LA RESISTENCIA Y LA REVOLUCIÓN!

A continuaciòn publicamos un llamado realizado por la unión obrera comunista  marxista leninista maoísta de Colombia, a los obreros de todos los países a luchar contra la crisis, con la resistencia y la revoluciòn, importante documento en un momento en el cual la clase obrera internacional  esta cargando sobre sus hombros el peso de una crisis económica producto de la caducidad del podrido estado burgués, y que coloca al orden del día la necesidad histórica de la revolución proletaria mundial.
Documento que  junto con el anterior son algunos de los documentos aprobados en la VIII asamblea de la unión obrera comunista.


Llamado de la VIII Asamblea de la Unión Obrera Comunista (MLM) a los Obreros

¡ENFRENTAR LA CRISIS CON LA RESISTENCIA Y LA REVOLUCIÓN!




Desde hace ya dos largos años, una profunda crisis económica mundial sacude la sociedad y sus aterradoras consecuencias son descargadas sobre los miles de millones de trabajadores que la sostienen con su trabajo. Según las propias cifras amañadas de las agencias imperialistas; son más de 56 millones los obreros despedidos; 1.020 millones los hambrientos de los cuales mueren 28 mil cada día; se cuentan por centenares los obreros que en el transcurso de estos años en medio del desespero se han quitado la vida, y por millones los pequeños propietarios arruinados y arrojados a las filas de los desposeídos.
Pero esas frías cifras son apenas una muestra de las terribles condiciones en que vive la sociedad trabajadora y las desgarradoras consecuencias de la explotación asalariada a la cual ha sido sometida, donde miles de millones de obreros en todo el mundo han producido tanto, que las mercancías producidas no encuentran salida en el mercado; y no porque la sociedad no las necesite, sino porque sus productores directos no pueden adquirirlas, pues son propiedad de quienes no trabajan. Situación que demuestra la caducidad de un sistema moribundo y la incompetencia histórica de la burguesía, clase parasitaria que ya no es capaz de garantizar siquiera la subsistencia de los esclavos asalariados que producen su riqueza y, por tanto, es una clase caduca que no merece seguir al mando de la sociedad y debe ser derrocada con la Revolución Socialista.
El fin de la producción capitalista es la ganancia, por lo cual la feroz competencia por ella entre los grupos monopolistas y los capitalistas individuales, no conoce límites. Someten a la sociedad a los tormentos del trabajo en una loca carrera que termina en el abismo de la crisis de sobreproducción, donde millones de toneladas de mercancías, alimentos y productos necesarios, son quemados o abarrotados en las bodegas o arrojarlos a los ríos y verterlos en los campos, mientras la sociedad muere de hambre y se generaliza la miseria que incluso toca a la puerta de las llamadas capas medias, produciendo tal angustia y desespero, que muchos, buscando una solución individual, no encuentran otra salida que la delincuencia, la prostitución o el suicidio.
Sin embargo, para bien de los proletarios y contra la voluntad de la burguesía, la respuesta mayoritaria de los trabajadores a los desastres y sufrimientos producidos por la crisis, ha sido su lucha colectiva en innumerables y heroicos levantamientos y huelgas en todos los países, en contra de las medidas anti-obreras tomadas por los gobiernos al servicio de los explotadores, a quienes sí han entregado billones de dólares en auxilios y planes de salvamento, sobre todo para amparar las instituciones parásitas financieras y las empresas más poderosas, mientras dispensan a los trabajadores: despidos masivos, rebaja del salario, aumento de la jornada, intensificación del trabajo, despojo de los pobres del campo y quiebra en masa de los pequeños productores. Ha llegado a tal extremo el parasitismo del capital financiero, el rey del capital en la fase imperialista o del capitalismo moribundo, que hasta grandes burgueses reclaman contra la concentración de ese capital financiero en estos años, producto de la especulación y del auxilio prestado por los Estados a cuenta de sacrificar a toda la sociedad.
Y no han faltado los curanderos sociales que, ante tan portentosas muestras de caducidad del capitalismo, proponen pócimas reformistas para prolongar la ya larga agonía de un sistema que sobrevive en medio de su propia podredumbre, gracias precisamente al oxígeno brindado por el oportunismo, cuyo encargo siempre ha sido aplazar lo inevitable: el triunfo de la Revolución Proletaria.
La respuesta de los desposeídos ha sido justa y necesaria, como manifestación de la rebelión de las fuerzas creadas por el trabajo social, que ya no caben en la envoltura del capitalismo imperialista. Pero tal respuesta debe ser más amplia y profunda todavía, pues se necesita no sólo frenar las consecuencias inmediatas de las crisis, sino acabar con las causas de las mismas: la explotación asalariada y la propiedad privada sobre las fábricas, la tierra y demás medios de producción.
Y esa respuesta más amplia y profunda es además urgente, pues empujados por la competencia y atropellados por la crisis de sobreproducción, los burgueses de todos los países no tienen otra alternativa que buscar nuevos mercados para dar salida a sus productos; pero no hay nuevos mercados. El imperialismo se ha encargado de convertir el mundo en una gigantesca fábrica y en un gran supermercado, donde sólo les queda la lucha violenta y la guerra para repartir de nuevo los mercados, las fuentes de materias primas y la fuerza de trabajo. De ahí que, mientras en todas las cumbres recientes, los gobernantes, sobre todo de los países imperialistas, hablan de paz, toman medidas y hacen acuerdos pasajeros, en los hechos y en todos los países, hacen preparativos para la guerra.
Sí, los imperialistas norteamericanos, europeos y asiáticos se preparan para una nueva guerra mundial por un nuevo reparto del mundo, pretendiendo arrastrar a los pueblos de todos los países a esa nueva carnicería; por eso no han cesado la carrera armamentista y la industria de la guerra ha crecido por encima de todas las demás; por ello las demostraciones de su poderío, las operaciones y ensayos militares conjuntos; por esa razón no han cesado sus ataques a los países del Medio Oriente y sus sirvientes de los países oprimidos se muestran los dientes como perros rabiosos, tal y como lo hacen en Suramérica Chávez y Uribe.
La respuesta de los obreros y los pueblos ante la amenaza de una nueva guerra mundial imperialista y de nuevas guerras regionales no puede ser otra que la oposición y la lucha revolucionaria para impedir con la revolución una nueva matanza, o para transformarla, si se presenta esa guerra reaccionaria de rapiña, en guerra civil de clases, en guerra popular revolucionaria contra las clases explotadoras y por la instauración del socialismo.
La crisis, que no ha terminado como anuncian los portavoces del imperialismo, seguirá devastando la sociedad y sometiéndola a los más terribles sufrimientos; pero a la vez proporcionará grandes posibilidades para hacerla avanzar mediante la revolución socialista, que suprima a las clases parásitas y destruya al Estado reaccionario que garantiza con la fuerza de las armas sus privilegios.
La clase obrera, la más revolucionaria de esta época, está obligada a marchar al frente de los explotados y oprimidos de todos los países y a aprovechar la crisis económica mundial para generalizar la resistencia contra la explotación capitalista, convirtiendo cada combate en un paso hacia la batalla general por el triunfo de la Revolución Proletaria Mundial y por el establecimiento de la Dictadura del Proletariado, el nuevo Estado de los obreros y campesinos que haga valer las decisiones de los trabajadores, con la fuerza de las armas en manos de las masas,.
Camaradas obreros: estos son los grandes retos que la historia les plantea hoy, y para salir victoriosos deben constituirse en Partido político independiente, haciendo todos los esfuerzos y sacrificios necesarios para construir su propio Partido Comunista Revolucionario, unidos firmemente a los obreros de los demás países en la lucha por forjar el Partido Mundial de la Revolución Proletaria, la Internacional Comunista de nuevo tipo. Tales son los instrumentos imprescindibles para poner fin a los horrores que el capitalismo imperialista agonizante le ha impuesto a la sociedad.
Por ello, convencidos de la inevitable victoria de las poderosas fuerzas de la clase obrera en alianza con sus hermanos campesinos, los comunistas hemos plantado como bandera de lucha en estos tiempos: "El capitalismo imperialista está en crisis, ¡Viva el Socialismo y el Comunismo!" Bandera que se ha convertido hoy en el grito mundial de combate del proletariado, anunciando que el viejo sistema capitalista agonizante pronto será sepultado por la Revolución Proletaria Mundial.



¡Al combate camaradas obreros, a agigantar la hoguera de la rebelión contra los desastres causados por la crisis capitalista mundial!

¡Al combate camaradas obreros, a darle sepultura al capitalismo imperialista agonizante!

¡Adelante camaradas obreros, por el triunfo de la Revolución Socialista y la Dictadura del Proletariado!



VIII Asamblea de la Unión Obrera Comunista (MLM)
Colombia, Octubre de 2009




martes, 17 de noviembre de 2009

Llamado a los Comunistas de Todos los Países: ¡A Preparar una Nueva Conferencia Internacional de los Marxistas Leninistas Maoístas!



Llamado a los Comunistas de Todos los Países:


¡A Preparar una Nueva Conferencia Internacional de los Marxistas Leninistas Maoístas!


La lucha por la construcción de una Internacional Comunista de nuevo tipo, basada en el marxismo leninismo maoísmo, ha sido bandera y objetivo de lucha de todos los destacamentos comunistas como corresponde al carácter internacionalista de la clase obrera y como necesidad para llevar a cabo los objetivos finales de su movimiento revolucionario: el establecimiento del socialismo y el comunismo en toda la tierra.
Ese proceso de construcción de una Internacional de nuevo tipo fue jalonado durante dos décadas por el Movimiento Revolucionario Internacionalista como centro dirigente ideológico y político mundial de la lucha contra la crisis del Movimiento Comunista Internacional, de la defensa del Marxismo Leninismo Maoísmo, de la actividad de los comunistas y del impulso a la formación de partidos revolucionarios. Importante papel malogrado por su silencio cómplice ante la traición de la Revolución de Nueva Democracia en Nepal por uno de sus integrantes, el Partido Comunista de Nepal (Maoísta), con lo cual dejó de ser centro ideológico y político, y embrión de la Internacional Comunista, cuya construcción sigue siendo urgentemente necesaria.
La bancarrota del Movimiento Revolucionario Internacionalista es un hecho, como se evidencia no sólo por su hermético mutismo frente a la traición en Nepal, sino también por su ausencia en los primeros de mayo y su silencio frente a los acontecimientos más importantes de la lucha de clases en el mundo en los últimos años; bancarrota manifiesta además en los pronunciamientos de varios de sus partidos miembros frente a la traición en Nepal, o bien apoyándola y justificándola o bien denunciándola, así como en el hecho de verse obligados a hacer públicas las divergencias, a pesar del compromiso sectario de silenciarlas. Ignorar estos hechos, o admitir la profunda crisis del MRI pero pretender salvarlo, es decir, negar la bancarrota de ese movimiento e ignorar la escisión, se convierte en el mejor respaldo al revisionismo del siglo XXI y ello sólo contribuye a darle oxígeno al capitalismo imperialista agonizante.
Es un hecho que el revisionismo prachandista en su papel de auxiliador del imperialismo, lanzó un desmoralizador ataque ideológico contra la cabeza del Movimiento Comunista Internacional representada por el Movimiento Revolucionario Internacionalista, justo en los tiempos cuando más se necesitaba del centro internacional dirigente y organizador del ejército proletario mundial para aprovechar las condiciones de crisis revolucionaria que la crisis económica ha ayudado a preparar. En lo político, el partido revisionista que hoy se denomina Partido Comunista de Nepal Unificado (Maoísta) fraguó, con el imperialismo y la reacción, un golpe traidor a la Revolución Proletaria Mundial, desarmando su vanguardia representada entonces por la victoriosa Guerra Popular en Nepal e infringiendo así una derrota a la revolución.
Hoy puede verse con claridad cómo el revisionismo prachandista al desorganizar el Movimiento Revolucionario Internacionalista y sumirlo en bancarrota, debilitó el elemento subjetivo, decisivo para el triunfo revolucionario sobre el capitalismo imperialista. Pero ha sido una victoria pasajera, que como siempre ha ocurrido en la historia de nuestro movimiento, ha traído consigo una gran lucha contra las ideas ajenas al marxismo y, con ella, el desarrollo del movimiento comunista, en rechazo científico a los disparates de los apologistas del capital, en defensa de las posiciones marxistas, y en avance en su aplicación al conocimiento de las nuevas condiciones, siempre pretextadas por el oportunismo para poner en tela de juicio la ciencia del marxismo y trocarla por las especulaciones teóricas de la burguesía y la pequeña burguesía para salvar el capitalismo.
En esta inevitable lucha, los revisionistas han contado con la vocinglería de los medios en manos del imperialismo y la reacción para difundir sus bellaquerías, siendo respaldados por los revisionistas de viejo cuño de todos los países y por unos cuantos partidos y organizaciones miembros y amigos del Movimiento Revolucionario Internacionalista; movimiento del cual la mayoría de sus organizaciones y partidos quedó a medio camino entre el revisionismo y el marxismo, en una posición pantanosa y centrista; pero a su vez, esta lucha ha destacado las fuerzas más firmes de los marxistas leninistas maoístas, tanto dentro del MRI, como, y especialmente, fuera de él. Son éstas las fuerzas que deben tomar la iniciativa para darle continuidad al proceso de construcción de la Internacional Comunista. Y deben hacerlo porque la situación del Movimiento Comunista Internacional se caracteriza por la victoria del marxismo frente al aleve ataque revisionista, dando paso a una pujante lucha de líneas, a un gran avance en su diferenciación, y a unas nuevas condiciones para un reagrupamiento de los Marxistas Leninistas Maoístas más revolucionario, más proletario, más acorde con la situación del mundo imperialista y las exigencias de la revolución.
Contribuir a ese reagrupamiento es una obligación internacionalista y debe ser un compromiso primordial de todos los comunistas de los distintos países, lo cual implica en las condiciones actuales profundizar la lucha contra el revisionismo prachandista y el centrismo, que pretende conciliar el marxismo revolucionario con el revisionismo del siglo XXI, delimitando los campos entre el auténtico marxismo leninismo maoísmo y el oportunismo; hacer el balance de la experiencia de la III Internacional, la Dictadura del Proletariado y la Construcción del Socialismo; concretar la formulación de la Línea General para el Movimiento Comunista Internacional; a la vez que superar el hundimiento del MRI, marchando hacia una nueva Conferencia Internacional de los auténticos marxistas leninistas maoístas que asuma el papel de centro político dirigente mundial y cuyas orientaciones sean acatadas internacionalmente con disciplina comunista. Iniciativa correcta que se abre camino y toma fuerza como lo demuestra la declaración conjunta “A los comunistas y proletarios de todos los países en el Día Internacional de la Clase Obrera”, del Primero de Mayo de 2009, “El Capitalismo Imperialista está en Crisis ¡Viva el Socialismo y el Comunismo!”. Declaración firmada por el Partido Comunista de Ecuador - Sol Rojo, el Partido Comunista Marxista Leninista Maoísta (Francia) y la Unión Obrera Comunista (Marxista Leninista Maoísta) – (Colombia) y respaldada por otras organizaciones y partidos comprometidos en la lucha por la unidad internacional de los Marxistas Leninistas Maoístas.
Las condiciones para avanzar hacia esa Conferencia Internacional han madurado, pues no obstante la traición y derrota en Nepal, no obstante los esfuerzos del centrismo por conciliar el marxismo con el revisionismo, los argumentos de los nuevos apologistas del capitalismo imperialista se han estrellado contra los hechos de la crisis; hechos que refuerzan objetivamente la tendencia a la revolución y le preparan un mejor terreno alrededor del planeta; hechos que han contribuido materialmente a que la desmoralización prachandista no contaminara al Movimiento Comunista Internacional, y en cambio sí, mejoraran muchas condiciones para la Revolución Proletaria Mundial, como se puede ver en la lucha del proletariado contra las desastrosas consecuencias de la crisis económica mundial, en la reanudación de la Guerra Popular en el Perú, y especialmente en el ejemplar y gran avance de la Guerra Popular en la India, donde el destacamento de vanguardia del proletariado, el Partido Comunista de la India (Maoísta), ha sabido cumplir su papel dirigente, repudiando abiertamente la invitación de sus vecinos revisionistas de Nepal a seguir el camino de la capitulación ante el poder del capital.
Lucha favorecida por la agudización general de las contradicciones del capitalismo imperialista, que trae consigo los vientos frescos de la Revolución Proletaria Mundial y la urgente necesidad del Socialismo, única solución a los problemas y sufrimientos que atormentan a la sociedad en toda la tierra. Es un hecho que la crisis capitalista permite anunciar la proximidad de la Revolución Proletaria Mundial y el surgimiento de un nuevo y vigoroso sistema socialista cuyas premisas materiales ya han sido creadas por el capitalismo imperialista y, así como la Revolución de Octubre le abrió paso para extenderse por parte de Europa y Asia en el siglo pasado, hoy tiene la posibilidad de cubrir toda la tierra y convertirse en el anhelado tránsito hacia el Comunismo, la futura sociedad sin clases, sin propiedad privada causante de la explotación entre los hombres, y sin Estado, necesario para someter con la dictadura a las clases enemigas.
En fin, la agudización de la lucha de clases causada por la crisis económica mundial, contribuye a su vez al avance en la consolidación y formación de Partidos Comunistas Revolucionarios en cada país, así como al avance en la unidad internacional de los marxistas leninistas maoístas y, en concreto, pone al orden del día la organización de la nueva Conferencia Internacional como paso inmediato hacia la Internacional Comunista de nuevo tipo, esto es, por su contenido basada en el marxismo leninismo maoísmo, e intransigente con todo tipo de oportunismo, bien sea de derecha o de “izquierda”, trostkista o revisionista; y por su forma, como un partido mundial del proletariado.
Consciente de la excelente situación y de la necesidad de esta nueva Conferencia, y fiel a sus convicciones internacionalistas, la VIII Asamblea de la Unión Obrera Comunista (marxista leninista maoísta) pone a disposición de esa, la tarea internacionalista inmediata más urgente, todas sus fuerzas, instrumentos y recursos, y llama a los comunistas revolucionarios, a los marxistas leninistas maoístas de todos los países, a preparar una nueva Conferencia Internacional que allane el camino hacia la Internacional Comunista de nuevo tipo, instrumento principal para el triunfo de la Revolución Proletaria Mundial.

VIII Asamblea de la Unión Obrera Comunista (MLM)
Colombia, Octubre 2009