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Martin Acero - Polemica Internacional MLM
Al menos 75 agentes de seguridad murieron el martes cuando más de 700 guerrilleros maoístas en el Estado de Chhattisgarh emboscaron a un contingente de 120 miembros de la Fuerza Central de Reserva de Policía (CRPF).
Agencias y diarios GARA y Público
"Algo ha ido muy mal", declaró el ministro de Interior indio, Palaniappan Chidambaram. "Parece que [los policías] entraron en un campamento o cayeron en una trampa", añadió. Los recientes ataques rebeldes contra policías han despertado dudas acerca de la preparación de las fuerzas de seguridad indias para enfrentarse a los maoístas, especialmente desde la ofensiva iniciada contra la guerrilla a finales del año pasado. Los ataques maoístas se han vuelto cada vez más audaces en los últimos meses.
"Un contingente de maoístas fuertemente armados emboscó a un equipo de la CRPF en un tramo de colinas", dijo el jefe policial. La patrulla volvía de realizar tareas de apertura de caminos en el bosque de Mukrana, una zona de especial presencia insurgente, cuando tuvo lugar el ataque".
La cifra de víctimas aumentó después de que los maoístas, que habían rodeado la zona, abrieran fuego contra los policías que acudieron a recoger los cadáveres de sus compañeros.
Las autoridades han ordenado ya el despliegue de un amplio contingente de policías regionales en el lugar de los hechos, y han enviado un helicóptero para que lleve a cabo el traslado de los agentes heridos a los hospitales. El área de Bastar, donde tuvo lugar el ataque, comprende cinco distritos en unos 40.000 kilómetros cuadrados, y está considerada el eje principal de las actividades de la guerrilla maoísta.
La emboscada realizada por unos 700 combatientes en una selva de Chhattisgarh (Estado centroriental de la India y uno de los bastiones maoístas) pone de relieve la importante presencia de la guerrilla maoísta en amplias áreas de India, que operan en veinte de los 29 estados indios especialmente en áreas rurales, que han quedado excluidas del boom económico del país. El primer ministro indio, Manmohan Singh, ha descrito a la guerrilla como la mayor amenaza contra la seguridad interna.
Esta emboscada "reducirá la autoridad del Estado y la moral de las fuerzas de seguridad, ya bastante afectada", declaró a Público Ajai Sahni, director del Instituto para la Gestión de Conflictos. "Lejos de desesperarse, yo diría que los maoístas están respondiendo estratégicamente a la escalada militar", añadió Sahni.
El domingo, 10 policías murieron en la explosion de una mina activada por los rebeldes en el Estado de Orissa (este). Los maoístas han incrementado los ataques en respuesta a la ofensiva policial iniciada en varios Estados a finales de 2009, que, según el Gobierno, han debilitado por primera vez a los insurgentes.
La guerrilla maoísta permanece sobre todo activa en el llamado "cinturón rojo", una franja de territorio en el centro y el este de India donde los rebeldes tienen numerosos campos de entrenamiento y buscan el apoyo del campesinado.Conocidos en India como naxalitas tras protagonizar una revuelta en la aldea bengalí de Naxalbari en 1967, los maoístas luchan por una revolución agraria de corte comunista. Desde que comenzó la insurgencia armada, miles de personas han muerto.
Los maoístas luchan en favor de los derechos de las poblaciones tribales y de los campesinos, quienes sufren frecuentes expulsiones por la riqueza mineral que albergan sus bosques y se enfrentan a unas duras condiciones de vida. Por ese motivo, pese a la retórica política, cuentan con una amplia base de apoyo popular.
El fuerte crecimiento económico indio en la última década ha beneficiado sobre todo a los estados occidentales, aumentando las desigualdades con los estados rurales del centro y el este del país.
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