El documento que publicamos a continuacion apareció en el semanario Revolucion Obrera numero 279 del 14 de septiembre, conmemorando el primer aniversario de la majestuosa huelga de los corteros de caña de azucar del valle del cauca, magnifica huelga que significo la entrada en escena a la lucha de clases de este importante sector estrategico del proletariado colombiano como lo son los corteros.
Hace un año, el 15 de septiembre, los obreros del corte de caña en los ingenios dieron ejemplo a su clase de cómo hay que responder ante las leyes de la burguesía que impiden sus derechos: ¡ejerciéndolos de hecho!, exigiendo el respeto al derecho de huelga con la
huelga misma, el derecho a la organización organizándose en sindicatos.
Enseñaron cómo hay que plantearse el problema de las reivindicaciones de la clase: con la lucha huelguística, y única sin importar las diferencias de empresa.
Y el pueblo y sus hermanos de clase les respondieron con altura, con la lucha de solidaridad y el apoyo fraternal para su sostenimiento. Por espacio de 2 meses pararon las actividades en 8 de los 13 ingenios que se extienden en el valle del río Cauca en el suroccidente del país. El más poderoso movimiento huelguístico de los últimos años que hizo estremecer
la sociedad, mostrando el antagonismo entre quienes sostienen la sociedad con su trabajo y las terribles condiciones de existencia que soportan y quienes sin trabajar se embolsillan el producto del trabajo social y viven en el lujo y el derroche.
La huelga fue preparada con meses de anterioridad en grandes asambleas como la histórica del día 14 de junio en el municipio de Pradera, a la cual no solo asistieron los corteros, sino
también sus familias, los vecinos, los obreros portuarios y los indígenas. Ese día le contaron al país cuáles eran sus verdaderas condiciones de vida y mostraron la dura realidad de su existencia, en donde toda la familia es esclava de los grandes propietarios de los ingenios. De allí salió el pliego único y la reivindicación principal: la contratación directa, que aún sigue en la agenda.
Poco importaron para sus justas razones, la campaña orquestada por los medios de comunicación, sirvientes de los dueños de los ingenios que, contra toda evidencia, pretendían mostrar un paraíso del infierno de vida en los ingenios. Esperaron cuatro largos meses las soluciones que nunca vinieron de los de arriba y decidieron la hora cero del
paro, echándolo a rodar el día 15 de septiembre, abarcando el departamento del Valle del Cauca y el norte del Cauca, bloqueando las entradas de los ingenios en confrontación directa con las fuerzas represivas del Estado.
L a H u e l g a d e s p e r t ó la SOLIDARIDAD DE CLASE: colectas para recoger alimentos, solidaridad económica de parte de otros trabajadores, manifestaciones estudiantiles, y la unidad con el paro de ASONAL JUDICIAL y c o n la MINGA INDIGENA, así como la presencia permanente de otros obreros de distintas regiones del país, todo ello mostró con quién y cómo deben forjarse la unidad y las alianzas entre las clases que trabajan.
Las MUJERES de los corteros, jugaron un papel importantísimo en la huelga: organizándose para bloquear vías, para no dejar que los buses llevaran a laborar a los corteros indecisos, confrontando al ESMAD y recurriendo a la solidaridad del pueblo en general que unió sus fuerzas a ese destacamento de choque firme y decidido que representaban aquellas valerosas compañeras.
Allí se vio claramente la afirmación de Carlos Marx, uno de los maestros del proletariado: “Cualquiera que conozca de historia sabe que los grandes cambios sociales son imposibles sin el fermento femenino”. Efectivamente, la gran resistencia de los corteros, su sustento moral y material para continuar en la batalla desigual, se lo ofrecían sus compañeras, su valentía y su arrojo en los enfrentamientos con los perros guardianes del Estado, donde mostraban además su profundo odio de clase.
De mil maneras los burgueses de los ingenios y el régimen mafioso quisieron romper el movimiento huelguístico, amenazando con panfletos de sus grupos paramilitares, militarizando la región con policías, soldados y agentes de civil, asaltando los bloqueos de las porterías, declarando la conmoción interior, deteniendo dirigentes y activistas, realizando marchas en contra de la huelga, infundiendo rumores, haciendo demagogia… a ello se sumó el papel traidor y rompehuelgas de algunos sindicatos de la CTC y la CGT que en lugar de apoyar a sus hermanos en lucha, terciaron del lado de los explotadores y el Estado, desprestigiando el movimiento y participando activamente en las manifestaciones patronales; lo mismo hay que decir de algunos politiqueros que llegaron a prometer soluciones con sus debates en el establo parlamentario y componendas con los patrones, buscando apaciguar los ánimos de lucha y sembrando ilusiones en las instituciones
burguesas, enemigas de los obreros… los proletarios del corte de caña en los
ingenios se mantuvieron firmes, mostrando su conciencia, su unidad y su capacidad de organización, enfrentando con éxito cada medida de los capitalistas y las propuestas inútiles de sus “amigos”.
Acosados por las duras condiciones del hambre que amenazaba sus hogares, aceptaron la negociación por separado exigida por los explotadores, aconsejada además por algunos “asesores” de la CUT y los politiqueros, error que les permitió a los esclavistas de los ingenios DIVIDIR LALUCHA, que les dio a los ricachones un respiro para reiniciar la
producción y les facilitó negarse a aceptar la contratación directa, aún cuando se logró la firma de conquistas importantes en materia de salarios, salud y mejores condiciones de trabajo.
Ya ha transcurrido un año de tan portentosa manifestación por CONTRATACION DIRECTA, y por los derechos elementales que la clase obrera merece: salud, educación,
vivienda, pensión, aumento salarial, recreación, etc. y hasta ahora los ingenios han violado los acuerdos que firmaron.
Los precios por tonelada cortada siguen igual, las pesas siguen siendo trastocadas para que la cantidad de caña dé un menor pesaje, la contratación a través de las mal llamadas Cooperativas de Trabajo Asociado – CTA- continúa, las horas laborales no han disminuido… a lo cual se suman los despidos masivos y la amenaza de nuevos despidos
motivados por la introducción del corte mecánico. Según un boletín de Sinaltrainal de abril: “solo en el mes de marzo de 2009 se ha incrementado en quince el número de máquinas cortadoras: Incauca (6), Mayagüez (4) y Providencia (5), algunas con capacidad para cortar cuatro -4- surcos; son un total de 60 máquinas que desplazarán unos 7.200 corteros, pues cada una desplaza 120 obreros por jornada de trabajo de 12 horas”.
Ante tal situación han vuelto las promesas de los politiqueros anunciando que si sube a la presidencia Carlos Gaviria o Piedad Córdoba, éstos solucionarán el problema; así mismo, otros sectores de la pequeña burguesía les proponen a los corteros impedir la mecanización, pretendiendo devolverlos a los albores del capitalismo, cuando desplazados por el progreso de la técnica, espontáneamente los obreros la emprendieron contra las máquinas, atacando los efectos del mal y no su causa.
Los obreros no deben oponerse a la mecanización pues ello sería irse contra el progreso de la sociedad, pero sí deben pararse firmes en la defensa de la Contratación Directa, obligando a los capitalistas a vincularlos a los ingenios o a las más de 100 empresas que se benefician de la explotación de la caña de azúcar, y preparándose para que sean ellos mismos quienes dirijan la producción, cuando el proletariado acabe con la causa de fondo, la propiedad privada sobre las fábricas y la tierra, para lo cual necesita organizarse en partido político independiente, conquistar el poder del Estado y dirigir la sociedad en alianza con los campesinos.
El camino trazado hace un año es el que deben retomar para hacer cumplir las reivindicaciones exigidas: la organización consciente y por la base, independiente del Estado y los politiqueros; la independencia de clase para arrebatarles con la huelga a los explotadores lo que les pertenece por derecho propio.
RETOMAR EL CAMINO DE LA HUELGA es la única manera de garantizar la CONTRATACIÓN DIRECTA, y demás reivindicaciones expresadas en el PLIEGO DE PETICIONES, uniéndolas a las del resto de los trabajadores que padecen las mismas condiciones en otras áreas de la producción, así como uniendo esas reivindicaciones al conjunto de las exigidas por el pueblo: por empleo y alza de salarios, por salud y
educación, por el consumo mínimo vital gratuito de servicios públicos; contra el terrorismo de Estado y el despojo de los pobres del campo, contra las bases imperialistas y su guerra contra el pueblo y contra todos los tratados internacionales lesivos al pueblo
colombiano.
¡Adelante compañeros corteros,
los proletarios no tienen nada que perder,
sólo las cadenas y sí tienen en cambio, un mundo por ganar!
¡Por la Defensa de los Puestos de Trabajo y
la Contratación Directa:
Preparar la Huelga en Todos los Ingenios!
¡Contra el Régimen de Uribe y
por la Revolución Socialista:
Organizar la Huelga Política de Masas
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