El articulo que reproducimos a continuación es del Semanario Revolución Obrera # 286, Órgano de la Unión Obrera Comunista MLM, acerca del camino que tienen que tomar el pueblo nepales y los auténticos comunistas.
El Semanario lo pueden encontrar en el siguiente Link:
Nueva Masacre en Nepal
El Camino es la Guerra
Popular
El 4 de diciembre la policía nepalesa nuevamente se sació contra la población; esta vez fueron al menos 4 muertos y centenares de heridos las víctimas de las fuerzas represivas del gobierno de Nepal. Tras una manifestación de más de 20 mil personas en Baliya VDC del distrito de Kailali.
Los hechos fueron denunciados en un comunicado del Partido Comunista de Nepal Unificado (maoísta), en el cual se hace un recuento de los hechos y profiriendo miserables lamentos. En uno de sus apartes expresa:
“El Partido Comunista Unificado de Nepal (Maoísta) condena enérgicamente la versión del gobierno fascista. En el momento en el PCNUM en nombre del Movimiento Popular Nacional Unido se dedica a la preparación de la tercera fase del movimiento con las exigencias que se declaren nulas y sin efecto los movimientos inconstitucionales del Presidente, que se establezca la supremacía civil y por el respeto y cumplimiento de las demandas de las masas con respecto a su vida diaria y cotidiana... Por lo tanto, el PCNUM declara que se trata es de la violación directa del Acuerdo General de Paz (CPA). Consideramos que esto es muestra de la conspiración para disolver la Asamblea Constituyente (AC) y perturbar el proceso de paz...”
Los hechos ocurridos en estos días fueron previstos por los comunistas desde antes de la firma de la traición en el 2006; no es nada extraño que un gobierno como el que se ha establecido en Nepal terminará negándose a cumplir los acuerdos hechos en el momento en que el Partido Prachandista se comprometió a dar por terminada la Guerra Popular; ya desde el comienzo se sabía que el tal acuerdo de paz era una renuncia a la revolución a cambio quitar el poder al rey para entregárselo a las fuerzas aliadas burguesas-terratenientes, mientras el pueblo se quedaba con las manos vacías. El Estado reaccionario de Nepal, apoyado por los revisionistas prachandistas, tiene como compromiso principal resguardar a sangre y fuego los intereses de los explotadores.
La masacre contra la población es un acto repudiable en todo sentido, y mucho mas contra una población indefensa, víctima de los estragos de las inundaciones muy comunes en lagunas regiones de Nepal. Y este es el caso de Baliya; donde precisamente se estaba haciendo un trabajo por parte de los pobladores para ayudar a cientos de familias que habían quedado sin techo. A estas personas, es a las que la policía atacó de manera brutal y asesina. Ese hecho es condenable y no merece más que el repudio de todo el mundo. Sin embargo, lo más repulsivo es la pusilanimidad y la idiotez de los prachandistas, que ante los hechos persisten en salvaguardar su trofeo del proceso de paz, de la Asamblea Constituyente, de un Estado al que simplemente le preparan paros y manifestaciones para exigir el respeto a la vida, a los acuerdos y a toda su babosería producto de la fe supersticiosa en el Estado. En una infamia que un Partido que se dice comunista, y en las condiciones de Nepal se limite a “denunciar” y a llamar a la “protesta”, a “exigir el respeto a los acuerdos”, cuando ve como el pueblo está siendo masacrado Una cosa se refrenda más en los hechos dolorosos ocurridos en pasado 4 de diciembre el Baliya: el Partido prachandista dejo de ser parte de los partido comunistas revolucionarios para convertirse en un valuarte del revisionismo del siglo XXI, una dolorosa realidad advertida por nuestra dirección desde hace 3 años, pero aún desconocida por muchos revolucionarios que siguen esperanzados en que este cascarón podrido pueda recuperarse para las filas de la revolución. El pueblo de Nepal no tiene otro camino que la revolución; y los auténticos comunistas nepaleses están en la obligación de reconstruir sus fuerzas y retomar la vía de la guerra popular; un camino que brillantemente están mostrando hoy sus vecinos de la gigantesca India; sólo en esa línea de comportamiento, se puede considerar la reorganización de las fuerzas comunistas en un auténtico Partido revolucionario.
Semanario Revolucion Obrera.
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