Abril de 2008, nuevamente los camaradas de la Union de Revolucionarios Comunistas MLM de Chile llaman a confrontar el revisionismo Prachandista en el Movimiento Comunista Internacional (MCI).
vealo directamente en estos links:
Si los comunistas pensásemos que el Movimiento Comunista Internacional (MCI) y las
organizaciones por él generadas son o deben ser como un bloque de granito, monolítico y sin fisura alguna, cometeríamos un error de subjetivismo, que nos llevaría a negar el hecho de que en su interior se refleja en forma inevitable la lucha de clases que se desarrolla continuamente en la sociedad dividida en clases. Hasta el granito más duro sufre los efectos de las tormentas. El agua y el viento lo azotan erosionándolo, pero a diferencia de la roca los comunistas podemos defender nuestra cohesión ideológica y política mediante la lucha de líneas, disminuyendo los efectos negativos de los intentos de erosión revisionista en las organizaciones comunistas.
Hoy los graves acontecimientos que se han venido desarrollando en Nepal desde el 2006 y que conducen a la liquidación total de la Guerra Popular en ese país, nos están indicando el surgimiento de una nueva corriente revisionista, esta vez al interior del Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI), organización comunista internacional, fundada en 1984, que ha declarado formalmente su adhesión a los principios del maoísmo, reconociéndolo en 1993 como la actual etapa de desarrollo del marxismo-leninismo. También ha reconocido formalmente la Guerra Popular (GP) como el camino para la conquista del poder por el proletariado, a la cabeza de las clases revolucionarias.
Como cabeza visible de esta corriente revisionista del siglo XXI aparece hoy el presidente del Partido Comunista de Nepal (maoísta), Prachanda, y su dirección. Estos nuevos revisionistas pretenden sustituir la revolución, desarrollada a través de la GP, por elecciones gubernamentales y parlamentarias, sin haber destruido previamente el viejo aparato del Estado. En Nepal, la monarquía feudal, la gran burguesía, los expansionistas indios y el imperialismo continúan manteniendo el poder. La renuncia a la GP por parte de los prachandistas le ha dado estabilidad a los reaccionarios. Incluso si éstos sacrificaran a la monarquía, esto no cambiaría. Sólo el avance de la GP era la garantía para que el poder cambiara verdaderamente de manos.
Ante el surgimiento de esta corriente revisionista los comunistas no podemos permanecer impávidos y sentarnos a la orilla del camino guardando silencio, como espectadores de la traición que avanza ante nuestros ojos. Si así los hiciéramos nos haríamos viles cómplices de los nefastos revisionistas nepaleses. Peor aún sería si lo avalásemos con nuestro apoyo. Los auténticos maoístas, formemos o no parte del MRI, estamos obligados a unir nuestras voces, nuestros esfuerzos y nuestras fuerzas para desenmascarar a estos nuevos revisionistas y a todos los que engañosamente levantan la roja bandera del maoísmo pero en el fondo la combaten.
Los nuevos revisionistas están sugiriendo que la situación internacional ha cambiado, que la revolución de nueva democracia corresponde a otro momento histórico y que para poder analizar correctamente los acontecimientos actuales en el mundo exigen una “ruptura epistemológica” con el determinismo, para de esta manera comprender que hoy estamos dominados por un “superimperialismo”. Estos maoístas de palabra, demandan otra visión, “más actualizada”, para el avance revolucionario en el mundo.
A modo de ejemplo de esta lucha que está en curso en el interior del MCI podemos citar el comentario redactado por el Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar (UMQG), revista no oficial del MRI, a propósito de cumplirse 12 años del inicio de la Guerra Popular en Nepal (iniciada el 13 de febrero de 1996). Este comentario con fecha 11 de febrero de 2008 y bajo el título El 12 aniversario de la Guerra Popular de Nepal y su resultado pendiente, fue traducido y publicado (sin ningún comentario u observación anexa) por el periódico REVOLUCIÓN, órgano oficial del Partido Comunista Revolucionario (PCR) de EEUU. Este hecho es significativo, pues este órgano había guardado completo silencio desde las negociaciones de Prachanda con la alianza de los Siete Partidos burgueses hace ya dos años.
Dicho comentario está dedicado no sólo a explicar el proceso electoralista en el cual se ha sumergido el PCN(M) luego de la firma de los “acuerdos de paz” (que significó un alto al fuego; la desmovilización, fragmentación e internación en campos vigilados del victorioso Ejército Popular de Liberación (EPL) dirigido por el PCN(M); el desmantelamiento de las zonas liberadas y de los órganos del nuevo poder que se construía, etc). Junto con ello justifica el camino emprendido por los revisionistas prachandistas.
Este comentario reconoce los grandiosos avances y cambios que significó la GP en la vida de las masas explotadas de Nepal. Sin embargo, incluye el proceso electoral (que se ha pospuesto reiteradamente) como una continuidad del proceso revolucionario inicial. No lo considera como un quiebre de éste. No lo considera como la liquidación de la GP, sino que una nueva etapa de la lucha revolucionaria.
Los revisionistas prachandistas integraron el gobierno provisional en abril de 2007, se retiraron de él en septiembre (para presionar a los otros partidos burgueses y revisionistas), y a fines de ese año volvieron a sus cargos ministeriales “de menor rango”. La nueva fecha para elegir gobierno y asamblea constituyente (que supuestamente dará lugar a cambios revolucionarios) fue fijada para el 10 de abril de 2008. Para el Servicio Noticioso UMQG esta situación merece el siguiente comentario: “Lo que se tiene que decidir ahora es que clase de poder estatal se consolidará y cuál sistema económico prevalecerá...”
Es decir, dan por hecho que el futuro de la revolución nepalesa será decidida en una elección por “voluntad popular”, “pacíficamente”, “sin costos mayores”. No consideran el hecho de que el poder de las clases dominantes se encuentra intacto. Más aún con su renuncia a la lucha armada, los prachandistas han contribuido a reforzar ese poder contrarrevolucionario, creando así una situación que facilita la represión de las masas y de los cuadros revolucionarios que aún luchan. Las clases reaccionarias no duermen, en la oscuridad de la noche están afilando sus cuchillos carniceros. Conspiran contra el pueblo nepalés porque saben que se juegan su existencia.
El Servicio Noticiosos UMQG embarcado en la lógica revisionista de Prachanda y su camarilla insiste en este comentario en que: “El problema fundamental en Nepal es qué clase de Estado reemplazará a la monarquía desprestigiada y odiada...”
Para estos revisionistas el problema fundamental ya no es el problema del poder. El problema de quién tiene el poder. Para ellos ahora el poder ya no nace del fusil. Ahora el poder nace de componendas con sectores de la gran burguesía nepalesa que no tienen nada de revolucionarios o nacionalistas, sino que todo lo contrario, han sido históricamente fieles aliados del imperialismo yanki-británico y de los expansionistas indios.
Estos mismos sectores burgueses han sido también muy cercanos colaboradores de la monarquía, co-gobernando con ella para explotar al pueblo y para reprimir sanguinariamente su lucha revolucionaria. Entre estos colaboradores contrarrevolucionarios del rey está incluido el Partido Comunista Nepalés (marxista leninista unificado), viejo partido revisionista que combatió furiosamente la Guerra Popular desde el gobierno y que, hoy es uno de las más cercanos aliados de los revisionistas prachandistas en su pretensión de lograr un tránsito pacífico desde un sistema monárquico de gobierno hacia un sistema republicano burgués en un país como Nepal, que mantiene su estructura de clase y su condición semifeudal y semicolonial.
El revisionismo prachandista no puede ya ser considerado como una simple desviación derechista en el seno del MCI. Dejó de ser un simple planteamiento teórico oportunista para pasar a los hechos. Primero fue concretizado a partir del 2001 con sucesivos alto al fuego unilaterales y negociaciones con la monarquía. Siguió con las negociaciones con los siete partidos burgueses y pequeño burgueses con los que llegó a un acuerdo que culminó con la firma de los “acuerdos de paz” bajo el auspicio de las Naciones Unidas (organismo internacional bajo control de los imperialistas). Finalmente la Dirección prachandista puso en práctica esos acuerdos:
a. Desmovilizó el victorioso Ejército Popular de Liberación, componente básico del Estado de Nueva Democracia que se construía en las zonas liberadas. Lo dividió y lo confinó en campos perfectamente ubicables y controlados por el enemigo de clase. Lo desarmó, almacenando su armamento en contenedores cerrados (donde el óxido los está inutilizando). Lo expuso a una situación precaria, con alimentos, medicamentos y viviendas insuficientes. Recibiendo de parte del Estado reaccionario un mezquino salario (con ello la gran burguesía y el imperialismo buscan destruir por completo la moral revolucionaria de los combatientes).
b. Disolvió los órganos de poder creados por el Partido y las masas revolucionarias en el curso de la creciente Guerra Popular (comités populares, tribunales populares, etc). Aceptación de la reinstalación en las zonas liberadas por la GP de los antiguos puestos policiales del Estado burgués-terrateniente (en contra de la voluntad y de los intereses de las masas revolucionarias). Sin el EPL el pueblo nepalés no puede hacer su voluntad y la opción que le ofrecen los prachandistas son “elecciones democráticas” que no garantizan en absoluto el fin de la opresión. Con esta maniobra la contrarrevolución intenta destruir la voluntad revolucionaria del pueblo nepalés, y
c. Destruyó el carácter revolucionario (bolchevique) del PCN(M) adaptándolo al sistema electoral pactado con los partidos burgueses y revisionistas. De esta forma gran parte de sus dirigentes están participando como parlamentarios en la Asamblea Provisional y como ministros en el Gobierno Provisional. Incluso ya se plantea la candidatura de Prachanda como presidente de un futuro gobierno electo por “sufragio universal”. Mientras tanto estos revisionistas están recibiendo sueldos y privilegios de parte del viejo Estado con la intención de sobornarlos, corromperlos y asimilarlos al sistema de dominación sobre el pueblo nepalés.
Todos estos son hechos concretos, son motivos más que suficientes para situar a Prachanda y a su camarilla dirigente en el campo de la contrarrevolución, como enemigos de la clase obrera y del pueblo de Nepal, como enemigos del MCI. La sangre derramada en los campos de batalla por los heroicos cuadros y militantes del PCN(M), por los combatientes del EPL, por el proletariado y el pueblo revolucionario no debe ser inútil. Corresponde a los auténticos comunistas (maoístas) nepaleses reconstituir el PCN(M) como partido de la clase obrera y retomar el camino de la Guerra Popular para conquistar el poder y establecer el Estado de Nueva Democracia.
Corresponde a los comunistas (marxista-leninista-maoístas) del mundo unir sus fuerzas en contra de la corriente revisionista del siglo XXI surgida al interior del maoísmo y cuya cabeza visible hoy es Prachanda.
Se hace necesario para ello desarrollar un gran debate internacional para desenmascarar a estos nuevos revisionistas, para conjurar el peligro del surgimiento y desarrollo de desviaciones de derecha que deriven en el surgimiento de líneas oportunistas de derecha que abjuren del camino de la GP y se sumen al revisionismo prachandista.
Hoy en el MCI (marxista-leninista-maoísta) se han elevado voces que condenan decididamente la traición de los prachandistas. Hay quienes lo defienden por ignorancia o porque comparten plenamente sus puntos de vista liquidadores. Pero también están aquellos que permanecen en silencio por oportunismo o porque vacilan. De cualquier manera el debate debe ser llevado adelante.
Los efectos de la traición prachandistas no son irreversibles, son un recodo en el camino como señaló el presidente Gonzalo ante su detención y los golpes de la reacción peruana.
En los acontecimientos que se desenvuelven en Nepal, por muy negativos que éstos sean, existen aspectos muy positivos y alentadores: Nepal es hoy un hervidero de lucha de masas de todo tipo, con diversos objetivos. Aunque carecen de una dirección revolucionaria unificada, ellas indican una aguda lucha de clases. Además, han habido manifestaciones de rebeldía en el interior del PCN(M) ante la política impuesta por los prachandistas. También hay que considerar la ubicación de Nepal en el mapa del mundo. Es justamente el sur de Asia donde se está desarrollando pujantemente la Guerra Popular dirigida por el Partido Comunista de India (Maoísta), que inevitablemente alentará el resurgimiento de la GP en Nepal. Por otra parte, los maoístas de América Latina estamos siendo testigos de los éxitos obtenidos por el Partido Comunista del Perú en la superación del recodo y en la difícil tarea de dotarse de una dirección reconocida y probada en medio de la Guerra Popular. Todo esto sirviendo a la Revolución mundial.
Los verdaderos comunista (mlm) nepaleses no están solos, cuentan con el pleno respaldo del MCI (mlm) y con su apoyo combativo revertirán su situación.
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